Una noche diferente, caminando, caminando,una leve sonrisa en mi rostro, el frío congela mis facciones y el viento azota mis largos cabellos mi alma se regocija de eterna dicha...mis manos gélidas buscan refugio, la belleza de un parque en una noche de invierno es indescriptible,respirar profundo y sentir el frió asta las entrañas, me hizo sentir muy viva,este invierno crudo me reconforta, aunque demasiado nimio el paseo. Camino a lo largo de un pasaje, y contengo la respiración ante las miradas ajenas...me gusta caminar sola, imaginar, soñar, si a esto le agregamos una leve garua, esa llovizna fría y melancólica,seria aun mas placido, me gusta pasear sola, aunque en este momento me encantaría que llegara alguien con un café y buen tema de conversación.
Para mi las cosas mas lindas pasan en invierno, los abrazos son una delicia.
El parque Lezama, esta a unas cuadras de mi casa.
Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Gracias, sen-tite en la libertad de pasar cuando quieras.
ResponderEliminarCariños,Baiser
Nada mejor que salir a caminar en una tarde-noche de invierno, cuando cae la lluvia y sentir como las gotas pegan en tu cara... saltando los charcos,
ResponderEliminarme encanta el invierno!!
Besitos
te quiero
Un café caliente frente a la chimenea,luna y boster duermiendo a mis pies,un libro buena musica, no se, mil cosas bellas para el invierno,
ResponderEliminaren cama tapada asta el cuello también es un plaser.
Baiser
He vivido muchas noches así, caminando por el parque o por calles solitarias, y sí, es una muy buena experiencia. Aquí es verano, y estoy deseando que vuelvan el otoño y el invierno, para repetir esos paseos, que te hacen pensar y sentir de forma diferente.
ResponderEliminarUn saludo, Andrea.
Indescriptibles las lentas caminatas nocturnas sonriendo bajo una fina garúa, mientras los demás transeúntes se apresuran a sus hogares... es como recuperar un poco el contacto con la naturaleza y con los sueños, con todo aquello que la vida en la ciudad nos robó.
ResponderEliminarHola Antonio,
ResponderEliminarA mi me gusta mucho caminar,es un buen abito, caminar y sentir los aromas entre otras cosas,el invierno sabe y huele a chocolate a tierra mojada,a fuego,sabe a amor,y mucha amistad.
Cariños
Baiser
E.
ResponderEliminarEn verdad indescriptibles,se me olvidaban los largos paseos en bici, andar despacito reflexionando en soledad.
saludos
Baiser
me encantó
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