4 ago 2010

Inperfeccion

Me encuentro desgranándome los sesos en un fútil intento de comprender tantas cosas que el cerebro se queja entre dolores, y la tristeza va reptando por mis entrañas al saberme tan débil, tan limitada...es una rabia formada de respuestas sin preguntas no formuladas ante el miedo al desamparo, a la desesperanza...no me dejo la venda y me quedo tan plana como redonda, es decir, sin saber nada, sino que alzo la vista más allá de donde las ideas no son más que formas inconclusas y aberrantes que provocan ignominias, las benditas ideas, el mayor de los debacles de nuestra mísera existencia....y me centro en un rincón buscando las preguntas sin respuestas que abundan en mi cabeza y las concentro en un punto donde me dejo caer derrotada ante la inmensidad, que no cesa nunca...pero no cejo en mi empeño de arrastrarme, renqueante, y lograr decir dos palabras que no sustentan más que esa idea de que somos humanos, que podemos pensar...mentira. Pues mis ojos sangran ante las imágenes que se reflejan en mi retina, y los sollozos de un niño son una cadencia demencial que me arrastra donde no existe el olvido, ni la paz...donde es imposible retroceder...se pierde la fe en el mañana y en la lógica, en el saber, y uno se cuestiona de qué sirve vivir, pues sólo estamos para herir al prójimo, o al menos eso parece ante el caudal furioso de escenas aberrantes que abundan y explotan, incontenibles, ahogando a las causas buenas entre su marea furibunda. Somos polvo que se une a los caminos que se entroncan en el fin, sin saber su fin ni su principio,...y me alejo de cualquier historia que abogue por el bien o el mal, por un ser benévolo, o pérfido....los ojos del diablo no son una imagen, son los ojos de quien lee estas líneas, de quien mira al cielo, son los ojos del que reza, del que profana los escritos sagrados con fanatismos no-religiosos, son los ojos del que ignora mis escritos, del neutral...son los ojos del que decimos el animal superior, que en su perfecta imperfección humana vence con creces a eso que llamamos bien, y se pierde entre las mareas del mal que lo ahoga, y todo ello sin darse cuenta de su propia perdición...
Somos humanos, somos débiles, ignorantes de tanto que nuestro cerebro no llega si quiera a imaginar la parte más insignificante de esa gran masa de conocimiento, y sin embargo, somos perfectos en nuestra imperfección...

2 ago 2010

Caminando.

Una noche diferente, caminando, caminando,una leve sonrisa en mi rostro, el frío congela mis facciones y el viento azota mis largos cabellos mi alma se regocija de eterna dicha...mis manos gélidas buscan refugio, la belleza de un parque en una noche de invierno es indescriptible,respirar profundo y sentir el frió asta las entrañas, me hizo sentir muy viva,este invierno crudo me reconforta, aunque demasiado nimio el paseo. Camino a lo largo de un pasaje, y contengo la respiración ante las miradas ajenas...me gusta caminar sola, imaginar, soñar, si a esto le agregamos una leve garua, esa llovizna fría y melancólica,seria aun mas placido, me gusta pasear sola, aunque en este momento me encantaría que llegara alguien con un café y buen tema de conversación.
Para mi las cosas mas lindas pasan en invierno, los abrazos son una delicia.


El parque Lezama, esta a unas cuadras de mi casa.

1 ago 2010

No me juzgues sin conocerme.

Estoy cansada de la gente que me juzga sin conocerme, Yo sólo expongo mi mente en silentes fonemas
si te interesa, tomate la molestia de conocerme, si no, simplemente calla, o juzga-me por lo que hice, por lo que dije, pero no te atrevas a juzgarme por el motivo, porque el motivo nunca lo supiste, tampoco te intereso saberlo, es mas fácil juzgar así, en la ignorancia.
Crees saber mucho de la vida, crees conocer a las personas, me etiquetas y con eso me insultas, es tan fácil escupir en la cara del otro,cuando no puede defenderse, yo me callo, lloro y me limpio. Me niego a ser tan cruel como los que juzgan sin conocerme.

Me quemo.




El remordimiento no me deja pensar y siento que me quemo. Pero no importa, es lo que tiene el tiempo...que todo se olvida. Aún así, me quemo. Quiero volver atrás el tiempo y hacer lo correcto, o incluso, no hacer nada. Quiero echar hacia atrás las horas y recomponer mis mejillas, rotas y rojas por este sentimiento. Juro no repetir, juro no sentir, juro no caer a sus pies,pero es que no puedo. Me afecta a mí y sólo a mí pero me centro en el instante en que cometí el acto. Resucito el recuerdo de entre los ficheros de mi memoria y el calor azota mi cara, por momentos siento pena y me avergüenzo. Pero el tiempo pasa y no se detiene, ni juega a mi favor. Sigue insondable, y a mí me hace falta un control remoto que me ayude a administrarlo, pero es que no lo tengo. Simplemente hago de una montaña un grano y viceversa, y me cuestiono si es cierto que el hecho tiene importancia o no la tiene...da igual. Lo hecho, hecho está. Entonces me giro a la ventana y miro el cielo.

Todavía me quemo.